Seguro que alguna vez os habéis preguntado que diferencia existe entre el jamón serrano y el jamón ibérico.
En Majado Gourmet apostamos por la calidad y queremos que vuestros paladares sepan diferenciar estos 2 tipos de jamón.
El Jamón Serrano se obtiene de Cerdos de carne blanca de las razas: Duroc, Pietrain, Landrace o Large white…
En cambio el Jamón Ibérico se obtiene de cerdos 100% Ibéricos, 75% donde la madre es de raza ibérica Y padre cruzado, 50% madre Ibérica padre Duroc.
La raza Duroc es la única raza permitida para cruzar con cerdos Ibéricos.
Los cerdos de carne Blanca son alimentados con piensos de cereales. En alguna ocasión se crían en el campo, pero no es lo habitual.
Los cerdos Ibéricos son cerdos criados en libertad durante la montanera (de octubre a marzo) pasean a sus anchas por la dehesa extremeña y se alimentan de bellotas, hierbas y lo que encuentren en el campo, el resto de meses su alimentación se basa en piensos ricos en ácidos oleicos y cereales.
Según su raza y alimentación los cerdos Ibéricos se clasifican en:
El jamón serrano se clasifica según su tiempo de curación:
* Jamón de Bodega (de 9 a 12 meses de curación)
* Jamón Reserva (de 12 a 15 meses de curación)
* Jamón Gran Reserva ( más de 15 meses de curación)
En cuanto al proceso de elaboración El Jamón ibérico tiene un proceso más complejo que el jamón serrano.
El proceso de elaboración del jamón serrano se basa en procesos de Salazón, secado y curación. Y para elaborar un magnífico jamón ibérico se debe proceder a los procesos de Salazón, asentamiento, lavado, secado, maduración y envejecimiento.
En cuanto a sus propiedades Organolépticas el Jamón Serrano, se trata de una carne magra y de un color rosáceo homogéneo que posee menos grasa y además es un poco más salado debido a que el jamón serrano tiene un porcentaje de sodio superior. En cuanto al sabor del jamón ibérico, se trata de una carne de un color rojo fuerte y brillante, con un olor intenso, la grasa infiltrada le da esa jugosidad.
Lo que sí que tenemos claro es que cualquier momento es bueno para tomar un buen jamón, ya sea jamón serrano o jamón ibérico, degustarlo lentamente y disfrutar del exquisito sabor que ambos nos ofrecen, y que mejor forma de hacerlo que acompañarlo de un buen vino, del tipo que sea; eso va a gusto del paladar.
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